La intoxicación por rodenticidas es una de las urgencias veterinarias más comunes, especialmente en animales que viven o pasean en entornos rurales, jardines o zonas donde se controla la población de roedores. En los últimos años, uno de los compuestos más preocupantes es la brometalina, un rodenticida neurotóxico extremadamente peligroso tanto para perros como para gatos.
¿Qué es la brometalina?
La brometalina es un potente rodenticida de acción no anticoagulante que actúa sobre el sistema nervioso central. Su uso se ha extendido como alternativa a los clásicos anticoagulantes (como la warfarina o el bromadiolona), especialmente en zonas donde los roedores han desarrollado resistencias.
Lo que la hace especialmente peligrosa es que no tiene antídoto específico. Una vez ingerida, puede desencadenar una cascada de daños neurológicos que, si no se detectan a tiempo, resultan fatales.
¿Cómo afecta a las mascotas?
La brometalina actúa a nivel mitocondrial, interfiriendo en un proceso clave para la producción de energía en las células del sistema nervioso: la fosforilación oxidativa. Esto desencadena un colapso de las bombas de sodio y potasio, acumulación de líquidos en el interior de la mielina (la “cubierta” de los nervios) y, como resultado, un edema cerebral y medular.
Este daño progresivo al sistema nervioso puede desarrollarse en cuestión de horas o días, dependiendo de la dosis ingerida.
¿Qué especies son más vulnerables?
Aunque perros y gatos pueden intoxicarse, los gatos son especialmente sensibles, tanto por su menor peso corporal como por sus hábitos de caza, que los exponen a roedores previamente envenenados (intoxicación secundaria).
En zonas rurales o agrícolas, también hay un riesgo importante para la fauna salvaje, especialmente aves rapaces, zorros o mustélidos que se alimentan de roedores contaminados.
¿Cuáles son los síntomas?
Los signos clínicos dependen de la cantidad ingerida y del tiempo transcurrido desde la exposición:
- Ingesta aguda (dosis altas): los síntomas suelen aparecer entre 2 y 24 horas e incluyen:
– Temblores musculares
– Hiperexcitabilidad
– Convulsiones
– Parálisis de las extremidades posteriores
– Coma y, en los casos más graves, muerte por fallo respiratorio
- Ingesta subaguda (dosis bajas o repetidas): los signos pueden tardar más en manifestarse e incluir:
– Letargo
– Ataxia (coordinación alterada)
– Debilidad progresiva
– Pérdida de apetito
– Cambios en el comportamiento
Es crucial actuar rápido: cuanto antes se inicie el tratamiento, mayor será la probabilidad de recuperación.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico clínico suele basarse en la historia del animal (exposición conocida o sospecha de exposición a rodenticidas) y en la presencia de síntomas neurológicos compatibles. No obstante, en muchos casos, los signos no son específicos y pueden confundirse con otras enfermedades neurológicas o intoxicaciones.
Aquí es donde el papel de un laboratorio de toxicología veterinaria como AMSvet es clave. A través de análisis toxicológicos específicos en encéfalo, hígado o contenido gástrico, podemos:
- Confirmar o descartar la presencia de brometalina.
- Diferenciarla de otras intoxicaciones con sintomatología similar.
- Ayudar al veterinario clínico a confirmar o descartar la intoxicación.
En AMSvet contamos con métodos analíticos sensibles y específicos que permiten la detección y cuantificación de brometalina y otros rodenticidas en matrices biológicas y cebos.
¿Qué hacer si sospecho que mi mascota ha ingerido brometalina?
- No esperar a que aparezcan los síntomas. Ante la mínima sospecha, acude inmediatamente al veterinario.
- Lleva el envase del producto, si lo tienes, para identificar el principio activo.
- Solicita un análisis toxicológico si se desconoce el tipo de rodenticida o si hay duda en el diagnóstico.
Tratamiento: ¿hay solución?
No existe un antídoto específico para la brometalina. El tratamiento se basa en:
- Descontaminación precoz (inducción del vómito, carbón activado)
- Soporte neurológico intensivo (control de convulsiones, terapia con manitol o corticosteroides para reducir el edema cerebral)
- Hospitalización y monitorización continua.
El pronóstico depende de la dosis ingerida y la rapidez con la que se inicie el tratamiento. En casos leves tratados precozmente, puede haber recuperación total. Sin embargo, en intoxicaciones graves, el daño neurológico es muchas veces irreversible.
¿Cómo prevenirlo?
- Evita el uso de rodenticidas en zonas accesibles a mascotas.
- Si necesitas usarlos, elige alternativas seguras (trampas mecánicas) o colócalos en estaciones de cebo inaccesibles.
- Educa a familiares y vecinos sobre los peligros de estos productos.
- Si tienes gatos que salen al exterior, evita que cacen roedores y controla los síntomas.
Otros rodenticidas que también debes conocer
Aunque la brometalina es particularmente peligrosa, existen otros rodenticidas con mecanismos y tratamientos diferentes:
Rodenticida | Mecanismo de acción | Antídoto disponible |
Anticoagulantes (warfarina, bromadiolona, etc.) | Inhiben la vitamina K | Sí (vitamina K1) |
Colecalciferol | Aumenta calcio en sangre | No específico |
Fosfuro de zinc | Libera gas fosfina, altamente tóxico | No específico |
Por eso es tan importante identificar correctamente el tipo de rodenticida
mediante análisis toxicológicos.
Conclusión
La brometalina es una sustancia muy peligrosa, sin antídoto específico, que puede afectar gravemente a nuestras mascotas. La prevención, el diagnóstico precoz y el apoyo de un laboratorio especializado como AMSvet pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Si eres veterinario y sospechas una intoxicación, contacta con nosotros. En AMSvet te ayudamos a confirmar el diagnóstico toxicológico con rapidez y fiabilidad.
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